Su disco “Rest”´ no fue fruto de la casualidad, fue fruto del talento de este hombre llamado Rajko. El alemán, nacido en Frankfurt y criado durante sus años de infancia en Algeria, nos hace recordar que de los fríos circuitos impresos de las “máquinas que hacen ruidos” algunos pueden extraer auténtica magia sonora.
Alejándose de la fórmula minimal tan explotada últimamente, Isolée ha confeccionado con este, un álbum de rítmica crujiente y exultante. Pero que nadie espere ritmos en primer plano, obsesivamente repetitivos, concebidos como meros “rompe pistas”. Los ritmos aquí suelen ser simples, pero totalmente efectivos, las canciones tienen su propia lógica, obedecen al pulso rítmico pero no dependen del mismo. Las texturas son importantes. Los huecos en su música fundamentales. Lo imprevisible y lo áspero de ciertos apuntes melódicos, una grata sorpresa.
‘We Are Monster’ es un disco que se mueve a medio camino entre la sala de tu casa y el club más cercano, que irradia un extraño poder de encanto. Hay temas que no se asustan de ser canciones (`Face B´) y canciones que no temen a apuntar a los pies en la pista (`Jelly Baby/Fish´). También hay momentos que sorprenden, como ‘Schrapnell’, una canción donde la guitarra, la harmónica, una batería muy básica, un teclado ensoñador y un bajo omnipresente consiguen un extraño efecto `retro-glam´ que te deja con una extraña sonrisa en la boca.
La personal manera de introducir melodías sintéticas que parecen desafinadas, como si el `pitch´ estuviera desajustado, colándose entre el entramado rítmico, vuelve a generar momentos de incuestionable belleza abstracta.
Otros momentos a destacar: ‘My Hi-Matic’, uno de los temas imprescindibles que contiene el álbum, contruido a base de ‘bleeps’, bajos acolchados y melodías suspendidas que remiten a décadas pasadas; `Enrico´ y su desarrollo lleno de “microsorpresas” y guitarrazos que suenan a postpunk; o ‘Mädchen Mit Hase’, una impecable estructura electro-house salpicada de perlas chirriantes y voces troceadas; `Do Re Mi´ recuerda por momentos a LFO, pero cuando suenan esas guitarras que suenan a funk blanco o a Italo-disco todo se convierte en algo distinto.
Que te guste `We Are Monsters´ es fácil. Abundan los momentos inspirados. Para muchos un disco que fue de los mejores discos del 2005 y que aún suena actual.
Permanezcan atentos a lo que Isolée proponga. Es satisfacción asegurada.